Pese a que está viviendo con Mauro Icardi en la casa de Santa Bárbara, en Nordelta, esa relación está terminada y a ella no le tiembla el pulso para ir a visitar al músico, que la recibió con jugos y frutas en su casa de General Rodríguez. En caso de invitarlo a la celebración, será la primera vez que el ex de Tamara Báez esté cara a cara con el futbolista, que lo tiene entre ceja y ceja.

El vínculo entre la empresariay L-Gante nació hace casi cuatro meses, cuando lo contactó vía Instagram para pedirle que fuera el modelo de su marca deportiva, Wanda Sports. Una vez aterrizada en Buenos Aires, lo fue a ver para hablarle del contrato y la química fue inmediata. Los rumores sobre un affaire se instalaron rápidamente, aunque ella fue sincera al momento de subirse a un avión rumbo a Estambul para reencontrarse con sus hijos tras pasar un mes en Buenos Aires con él.

“Hay buena onda. No tuvimos sexo, no soy tan liberal. Lo estoy conociendo”, comentó en LAM, mientras que el joven, que visitó el ciclo días después, expuso: “Me enamoro del corazón y del alma. Es buena gente, buena persona. Me sorprendió su sencillez. Lo noté en la naturalidad de cómo nos llevamos, aunque la gente nos haga muy diferentes en las redes sociales”.

En ese momento, aprovechó para aclarar que su vínculo no era por marketing, como muchos pensaban. “Eso es algo que nunca hice en mi vida. No se puede hablar mucho de una persona por un mes que la conocí, aunque pasamos varios momentos. Dejame hacer historia y te cuento más adelante qué pasa. El tiempo te lleva a las personas que te hacen bien”, cerró.