13 de junio de 2025                                                                                                              Lectores: 36

Hoy es viernes 13, una fecha que para muchos sigue siendo sinónimo de mala suerte. En pleno 2025, entre la inteligencia artificial y los viajes espaciales, la antigua superstición persiste, generando desde memes en redes sociales hasta una genuina ansiedad en parte de la población. Pero, ¿de dónde viene este temor y qué tan vigente se mantiene?

La asociación del viernes y el número 13 como un presagio de infortunio tiene raíces profundas y algo difusas. Históricamente, el viernes fue considerado un día de mala suerte en algunas culturas por motivos religiosos; por ejemplo, se cree que fue el día de la crucifixión de Jesús. Por su parte, el número 13 ha sido visto como «imperfecto» en contraste con el 12, que goza de prestigio en diversas culturas (12 meses, 12 apóstoles, 12 signos del zodíaco).

La combinación de ambos elementos en una misma fecha parece haberse consolidado en la cultura popular a partir del siglo XIX. Sin embargo, fue en el siglo XX cuando el mito explotó, en gran parte gracias a la novela de Thomas W. Lawson, Friday, the Thirteenth (1907), y, por supuesto, a la icónica saga de terror de los años 80 que lleva el mismo nombre y que inmortalizó a Jason Voorhees como el villano de la jornada.

Hoy, la fobia a esta fecha tiene incluso un nombre: parascevedecatriafobia. Estudios han intentado medir el impacto real de la superstición, con resultados variados. Algunos análisis sugieren un leve aumento en los accidentes de tráfico, posiblemente por la ansiedad de los conductores, mientras que otros no encuentran ninguna correlación estadística significativa.

Lo cierto es que, para la mayoría, el viernes 13 se ha convertido en un fenómeno cultural. Es un día para compartir bromas, maratonear películas de terror y, para los más cautelosos, evitar pasar por debajo de una escalera o cruzarse con un gato negro.

En un mundo regido por la lógica y los datos, el viernes 13 sobrevive como un recordatorio del poder de las creencias y las narrativas. Así que, ya sea que decida quedarse en casa por precaución o desafiar al destino, la fecha no pasa desapercibida. La pregunta queda en el aire: ¿la mala suerte es una profecía autocumplida o simplemente una buena excusa para culpar al calendario?